
Carta de un Ángel
Divina Celestial, en tus ojos moriré
Inauditos con los que tanto me has mirado,
La tristeza ha estado alegre,
Y ha cantado en el sepulcro.
En esta noche de noviembre,
Se ha acrisolado
Mi segunda caída,
Y un abrazo, el más puro.
Tus lágrimas me han dicho
Que dios ha llorado,
Mi beso, resbala sobre tu piel,
Ya nadie sabe que la luz es poca,
Y el brillar encarecida.
Ya no existirán sin sabores,
Ni mi mirada, ni mi amor,
Volverán a ofenderte,
En el adiós olvidaré tu nombre,
Maldigo el día que prometimos
Alcanzar el cielo.
Moriremos juntos, muy juntos,
La excelsa amargura,
Secará el tiempo,
Y la muerte nos habrá acariciado.
Ha muerto aquel soldado
Que ha dejado la estrella a su lado,
Se abren zanjas oscuras,
Y al ver crucificado tus besos,
Solo lloro.
Maldigo el día que prometimos
Alcanzar el cielo.
Ángel Rodríguez.
Divina Celestial, en tus ojos moriré
Inauditos con los que tanto me has mirado,
La tristeza ha estado alegre,
Y ha cantado en el sepulcro.
En esta noche de noviembre,
Se ha acrisolado
Mi segunda caída,
Y un abrazo, el más puro.
Tus lágrimas me han dicho
Que dios ha llorado,
Mi beso, resbala sobre tu piel,
Ya nadie sabe que la luz es poca,
Y el brillar encarecida.
Ya no existirán sin sabores,
Ni mi mirada, ni mi amor,
Volverán a ofenderte,
En el adiós olvidaré tu nombre,
Maldigo el día que prometimos
Alcanzar el cielo.
Moriremos juntos, muy juntos,
La excelsa amargura,
Secará el tiempo,
Y la muerte nos habrá acariciado.
Ha muerto aquel soldado
Que ha dejado la estrella a su lado,
Se abren zanjas oscuras,
Y al ver crucificado tus besos,
Solo lloro.
Maldigo el día que prometimos
Alcanzar el cielo.
Ángel Rodríguez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario