domingo, 4 de octubre de 2009

El Deseo del No Poder

I Parte
Es la razón la unidad principal de nuestros problemas. De mi problema. La razón de lo extraordinario e inexplicable para crear el sentido insuperable del hombre y el sentimiento que acarrea las consecuencias de mis pesares, de mi amor y mi sentimiento único e incomparable. Y es que el hombre, a pesar de su referencia ante la existencia de su naturaleza puede afirmar sin vacilación la verdad de su misma realidad, es decir, el hombre puede hablar de sus propias características únicas que el creador le ha brindado para dos acciones indiferentes en su vida: El amar y el desear.

El amor sin deseo es paralelo al deporte sin cansancio, y el deseo sin amor es lo inevitable y más probable que suceda en una voraz hambre de carne de aquellos animales salvajes pensantes. Sí, ellos, nosotros. Es para muchos el “deseo”, en un significado extremamente predilecto, la simple atracción de sexos, como dos átomos al aglomerarse, como esposo y esposa, claro, con la diferencia que posiblemente consideren que estos no se van a matar mutuamente, tan solo se devoraran por el hecho, directo y sensacional, de haberse conocido y no de volverse a ver nunca más.

No seria lógico crear la imagen imperfecta del hombre, con sus respectivos rasgos personales y características en común, que se mantiene ya desde tiempos remotos, por el simple hecho de que la consecuencia de su naturaleza viene de su acompañante y su posible creador imparable y aparentemente prodigioso. Somos los hombres bienaventurados porque el sufrimiento de la vida no nos ha tocado vivir en la reproducción, no nos ha tocado el castigo por una noche o varias, como sea, el punto que no sufrimos cuando nace una vida en la tierra y es más, a veces, ni lo reconocemos física ni sicológicamente. Por tanto, cabe destacar que cualidades puede tener la mujer en nuestro camino, que ventajas, como la madurez, que desventajas, como el sufrimiento pero no menos de nuestra conchudez, que alivios, como la solución, que sentimiento, como el amor. El amor, ¿Somos capaces de poder llevar al limite de la tolerancia y gloria nuestro sentimiento? No, sean sinceros consigo mismo porque el peor error ha cometer de los tantos es engañarnos.

Es la conducta de los beneficios médicos y correlativos a nuestro organismo que señala el descontrol inmaduro de la realidad y el contexto mental que podamos adquirir en un pasado o en el presente, es decir, la personalidad es formada de acuerdo a las experiencias cotidianas que podamos ir obteniendo a lo largo de la vida, es por esto, que se puede afirmar que la experiencia como la solución precedente a los inconvenientes que puede tener el hombre.

En términos generales, la coexistencia del hombre y la mujer, se torna complicada. ¿Por que?
Solo el Dios sabe, por habernos creado así, de esta manera. ¿Pero saben algo? Yo, me considero superior, he llegado a sentir lo que no todos los hombres pueden sentir, el amor sincero.
Sigan su vida, su calvario que pronto lloraran...

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