jueves, 29 de octubre de 2009

Somos lornas, no seámoslo siempre


No recuerdo el lugar ni el lapso de estas series de decepciones nacionales que pude saber. Solo mi memoria evoca las palabras de un gran amigo catedrático que me muestra un documental que le solicitó un cliente que debía viajar a Europa. Se trataba de un negocio para un gerente local de una transnacional que debía sustentar a sus jefes ingleses las últimas inversiones que había hecho en Perú en el rubro de la distracción. Mi amigo aprieta play y suenan los acordes de una hermosa canción de Fleetwood Mac. No demoran en aparecer chicas mostrando el ombligo en el boulevard de Asia, galanes entrando en fila a una superdiscoteca de Comas, bohemios comprando cigarrillos en un grifo iluminado, cines esplendidos en San Miguel. Transcurren los minutos, y no aparece el campesino pobre chacchando cerca de la puna. Acaban las imágenes, y no vi a la mujer gimoteando porque su marido no regresa hasta hoy de la pollada.

Le pregunto a mi amigo que tal le fue al gerente en Inglaterra. “Espectacular”, me dice. “Los ingleses no podía creer que en Perú había gente que se divirtiera así”.

No se puede culpar a esos europeos por su prejuicio. A los humanos nos bastan unas pocas imágenes para formarnos una idea de las cosas ¿Qué imágenes le hemos dado al mundo en los últimos veinte años en la revolución visual? Si debo responder esto con una palabra, pues la diré sin miedo: Miseria. Piense en nuestras noticias cotidianas, en el narcotráfico, en Laura Bozo, en Sendero, los Petroaudios, en Alan García. Si juntáramos todas las cintas que han grabado imágenes del Perú en los últimos veinte años, y las ordenáramos bajo los letreros “Vergüenza” y “Orgullo”, la derrota de este segundo lote seria aplastante. Excelente. Revertir esto es muy difícil. Pero también podemos aprovechar a nuestro favor la naturaleza humana de la percepción, tal como hizo ese inteligente gerente que se llevó su Cintia de video Inglaterra. Lo bonito siempre es primero, y lo feo se queda en casa.

Siempre he mostrado interés por eventos mediáticos como la Pasión de Cristo o la ultima boda real ¿La Copa América Perú fue un evento mediático? Donde por primera vez, ciento cincuenta países vieron a nuestro país en vivo, con un control total de lo que queremos que se vea de nosotros. Doscientos millones de personas sintonizaron la ceremonia inaugural, y también los demás partidos ¿Cuándo ha tenido el país tal punto de atención en el mundo? (No piense en toma de rehenes en la residencia japonesa. Recuerde que tratamos de equilibrar “Vergüenza y Orgullo”) ¿Fuimos lo peruanos tan estúpidos de no aprovechar ese acontecimiento para mostrar lo mejor de nosotros mismos? ¿Vamos a dejar de mostrarnos ante el mundo como gente capaz de hacer las cosas bien? ¿Mostramos más nuestra miseria en el colectivo nacional, en lo diario y lo normal? ¿Mostramos un funeral cuando el mundo quería una fiesta? No, carajo. ¡No lo hicimos! Y pongo ese carajo sin dudarlo. Ya estoy cansado de vivir e un país que complota contra si mismo.

Perdonen la ironia.





Dedicatoria: Para el ser humano que pudo encontrar en mi el don que no pretendo tener.

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