
Tenía miedo que el miedo lo alcance; en realidad él era un miedo entre huesos, una lágrima seca, un llanto incompleto. El miedo es una luna negra en la noche gris, un ojo tuerto, preso de su propia mirada. Algunas madrugadas, Sebastián y el miedo, se acarician, se hacen el amor desesperadamente, se necesitan, se alimentan, se conciben, se paren, se odian y se vuelven a necesitar. Preso de un ataque de angustia, lo echa, lo desprecia; el miedo ríe porque más tarde, cuando el sol cuele la vida entre las cortinas, Sebastián lo llamará una vez más... a poner todo en su lugar... y cuando sueñe con la bestia, serán dos narices, veinte dedos, dos sueños, tres ojos y medio, cuatro pulmones, seis estrellas... y cuando sueñe con la bestia, ven a curarme, a decirme que estoy confundido, que la vida no es lo que a mi me da vida... el miedo dice que el corazón es un diablo de poco fiar, y el corazón quiere atravesar la ventana, darse un banquete de estrellas dulces; el miedo dice que las estrellas matan. Y Sebastián se marchita, desde la ventana, el miedo dice que eso es ser adulto, el miedo habla de moral... Lo más triste, es que rematará su ternura, comiendo estrellas a escondidas, vomitando culpas detrás de cada silencio... ¿qué pasa aquí?, la bestia es mi corazón....
Al final del final, el miedo ya no tiene palabras, y el último dialogo...:
SEBA: me doy asco, todo mi cuerpo huele a estrellas
EL PULSO: las estrellas son hermosas, nada que sea hermoso puede ser malo...
EL MIEDO: y la familia, mamá, papá, tu historia...
EL PULSO: y la vida, es tan corta, no lo oigas, te dice eso porque le teme a las estrellas, es un miserable.
SEBA: cállense, déjenme tranquilo - suplicó llorando-.
EL MIEDO: yo te seco las lágrimas, todo en su lugar...
Debo ponerle un fin, a esta historia desordenada. Realmente no se como termina; Sebastián nunca lo comento y yo no puedo aportar nada.
Creo que en todos, por motivos dispares, y en momentos distintos se desata la misma batalla, EL MIEDO VS. EL PULSO... ¿Cómo termina?, no sé, decídanlo ustedes, ¿NO LES PARECE?.
Ángel Rodríguez
Al final del final, el miedo ya no tiene palabras, y el último dialogo...:
SEBA: me doy asco, todo mi cuerpo huele a estrellas
EL PULSO: las estrellas son hermosas, nada que sea hermoso puede ser malo...
EL MIEDO: y la familia, mamá, papá, tu historia...
EL PULSO: y la vida, es tan corta, no lo oigas, te dice eso porque le teme a las estrellas, es un miserable.
SEBA: cállense, déjenme tranquilo - suplicó llorando-.
EL MIEDO: yo te seco las lágrimas, todo en su lugar...
Debo ponerle un fin, a esta historia desordenada. Realmente no se como termina; Sebastián nunca lo comento y yo no puedo aportar nada.
Creo que en todos, por motivos dispares, y en momentos distintos se desata la misma batalla, EL MIEDO VS. EL PULSO... ¿Cómo termina?, no sé, decídanlo ustedes, ¿NO LES PARECE?.
Ángel Rodríguez
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